¿Es recomendable un plan de pensiones?
AhorroFiscal
Una preocupación muy extendida por la casi totalidad de los autónomos es su futura pensión de jubilación. Lo cierto es que las posibilidades de incrementar los ingresos a obtener en esta última etapa de tu vida, habiendo sido autónomo, es limitada, vamos a ver las opciones.
La mayoría de los autónomos cotizan por la base mínima, dado que ello supone pagar una cuota baja en las cotizaciones a la seguridad social, ello se traduce en que la pensión media que podrá percibir será de unos 714 euros mensuales.
Las opciones para ver incrementada esta cuantía son las siguientes:
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Aumento de la base de cotización
Si tus ingresos te lo permiten, puedes aumentar la base de cotización y aumentar así la pensión que recibirás en el futuro, aunque ten cuidado con las fechas pues existen limitaciones.
Una práctica común hasta hace unos años, era justo antes de los últimos 15 años, período con el que se calculaba la base de cotización para la pensión de jubilación, a los 49 años, se aumentaba la cuota de autónomos. Tras la reforma en materia de Jubilación se incluyeron determinadas limitaciones:
- Los autónomos podrán modificar la base de cotización por libre arbitrio hasta los 46 años, a partir de los 47 años se han introducido limitaciones en función de los que se viniera cotizando.
- Se han modificado los criterios para determinar la base reguladora y la edad de jubilación. De manera que se ha pasado de 15 a 25 años, su instauración se está ejecutando de forma progresiva, y por otro lado, de los 65 a los 67 años, también de forma progresiva.
Contratar un plan de pensiones
De esta forma puedes complementar la prestación pública con un fondo privado. Los planes de pensiones presentan determinadas ventajas, especialmente para los autónomos. Por un lado, las aportaciones mensuales que se destinan al plan de pensiones desgravan en el IRPF por lo que reduce el pago de impuestos.
Por otro lado, los planes de pensiones ofrecen flexibilidad en sus cuotas, por lo que se pueden ajustar a tus ingresos en cada momento. La cantidad máxima es de 8000 euros al año o el 30% de los rendimientos netos del trabajo. Eso sí, no existe aportación mínima, además que muchos de ellos permiten la congelación, es decir, si estás pasando por un bache económico, puedes dejar de aportar durante un tiempo para reanudarlo cuando la cosa mejore.
Al proporcionar un tipo de interés, piensa que tus ahorros se están viendo incrementados, de forma que, a modo de ejemplo, si aportas 100 euros al mes durante 15 años, pueden ser unos 40.000 euros a percibir en tu jubilación.
Aunque hay que tener en cuenta un detalle en el futuro. Cuando llegue la fecha de jubilación y quieras rescatar el plan, ten en cuenta que se considera renta del trabajo en el momento de su rescate, por lo que se sumará a los ingresos de dicho año, por lo que habrá que tributar por todo ello, con el tipo impositivo del tramo alcanzado.
Como siempre, nuestro consejo antes de tomar cualquier decisión o actuación, es consultar con un asesor especializado en la materia, que estudiando tus condiciones particulares siempre propondrá la opción más ventajosa.
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