Cambios en las cotizaciones de los autónomos y su vinculación con el IRPF a partir de 2023
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Como ya sabrás, a partir del 1 de enero de 2023, hubo cambios significativos en las cotizaciones de los autónomos. Los autónomos en España ya cotizan a la Seguridad Social siguiendo el nuevo sistema de cuotas. Estas modificaciones están directamente vinculadas a los rendimientos anuales previstos y declarados en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
En este artículo, analizaremos los principales aspectos de este nuevo sistema de cotización, incluyendo la base de cotización, la regularización de las cotizaciones y los criterios de imputación en el IRPF.
Contenido
Base de cotización en 2023
La base de cotización de los autónomos a partir de 2023 se vincula estrechamente a los rendimientos netos que prevén obtener a lo largo del año. Esta novedad implica que las cotizaciones de los autónomos mensuales variarán según cómo evolucionen estos rendimientos a lo largo del ejercicio. Además, se permite una deducción por gastos genéricos del 7% sobre los rendimientos calculados.
Esta flexibilidad puede ser beneficiosa para los autónomos, ya que les permite ajustar sus cotizaciones a sus expectativas de ingresos reales. Sin embargo, también genera incertidumbre sobre cuánto deberán cotizar realmente, dado que las fluctuaciones en los rendimientos pueden ser difíciles de prever con precisión.
Regularización de cotizaciones de los autónomos al año siguiente
Uno de los cambios más importantes es que las cotizaciones sociales de los autónomos se regularizan al año siguiente, una vez que se haya presentado la declaración de IRPF correspondiente al ejercicio anterior. Esto significa que las cotizaciones efectuadas durante el año se basan en estimaciones, y las diferencias entre estas estimaciones y los rendimientos reales se ajustan posteriormente.
En el caso de que los rendimientos previstos difieran de los rendimientos reales declarados en el IRPF, la Seguridad Social realizará una regularización. Si el autónomo ha informado de rendimientos inferiores a los definitivos y ha cotizado de menos, se le exigirá que pague las cotizaciones sociales pendientes. Por otro lado, si los rendimientos previstos fueron superiores y cotizó en exceso, se le devolverá la diferencia.
Criterios de imputación en el IRPF
Surge una pregunta relevante en este contexto: ¿cómo deben los autónomos actuar cuando la Seguridad Social les notifica la regularización? ¿Deben rectificar la declaración del IRPF del ejercicio anterior o pueden imputar esas diferencias en el ejercicio en el que se produce la liquidación definitiva?
Según el criterio de devengo
Según el criterio del devengo, que se aplica al imputar los ingresos de una actividad económica, las diferencias resultantes de la regularización deberían imputarse al ejercicio inicial y no al de la regularización.
Esto significa que si en 2024 se determina una mayor cuantía a pagar de cotizaciones, el autónomo debería presentar una rectificación del IRPF de 2023, solicitando la devolución del exceso pagado. Por el contrario, si se determina una cantidad a devolver por parte de la Seguridad Social, debería presentar una complementaria del IRPF de 2023, pues el gasto por cotizaciones es menor y eso supondrá una mayor tributación en renta.
Según Hacienda
Sin embargo, Hacienda ha establecido que no serán necesarias ni complementarias ni rectificativas [DGT V2518-22]. Según este criterio, el gasto deducido en el año en 2023 según la cotización provisional no se considera incorrectamente satisfecho y no requiere rectificación.
En su lugar, si en 2024 el autónomo debe pagar un importe adicional, deberá declararlo como un mayor gasto de dicho ejercicio. Si la cantidad resulta a devolver, será una minoración del gasto de 2024.
En casos excepcionales en los que el importe a devolver supere las cotizaciones del ejercicio 2024, el exceso se considerará un mayor rendimiento de la actividad.
En resumen…
Para finalizar, las cuantías resultantes de la regularización de las cotizaciones de 2023, en función de los rendimientos netos definitivos, deberán imputarse en el IRPF de 2024 y no en el de 2023, siguiendo las directrices establecidas por la Agencia Tributaria.
Estos cambios representan un nuevo enfoque en la cotización de los autónomos en España y requieren una comprensión precisa para evitar sorpresas fiscales en el futuro.
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