Mi cliente está en concurso de acreedores
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Imagínate que tienes un negocio en el que tu producto es bueno e innovador y realmente funciona bien. Cada vez adquieres más compromisos de suministros con tus clientes y la confianza hace que aumentes los plazos de crédito con tus clientes más fieles.
Pero, de pronto, uno de tus clientes entra en concurso de acreedores. Las “alarmas” de tu empresa se activan y no sabes cómo impactará esto a tu negocio. ¿Qué harás ahora que uno de tus mejores clientes ha entrado en concurso de acreedores?
En este artículo, profundizaremos acerca del concepto de concurso de acreedores y sobre lo que puedes y no puedes hacer con este cliente.
Contenido
¿Qué significa entrar en un concurso de acreedores?
Cuando se dice que un cliente ha entrado en concurso de acreedores, se refiere a entrar en un procedimiento judicial, ya sea como persona física o jurídica, debido a una situación de insolvencia.
Es decir, es una persona que no puede hacer frente a la totalidad de sus deudas y, por lo tanto, deberá responder con su patrimonio a las obligaciones de pago pendientes. Las opciones que tiene esta persona que está en concurso son: declararse en quiebra, hacer suspensión de pagos o llegar a acuerdos colectivos con sus acreedores para reducir o aplazar sus deudas.
¿Qué puedes hacer como acreedor de un cliente que se declara en concurso de acreedores?
No puedes rescindir contratos
En primer lugar, debes saber que no puedes rescindir el contrato que tienes con ellos por el simple hecho de estar en concurso de acreedores. La Ley exige que se sigan cumpliendo los contratos y compromisos que se tuviera con ellos, para que tengan la oportunidad de salir del aprieto.
Es decir, si no pueden operar normalmente, les sería muy difícil superar la situación. Por eso, deben recibir suministros como habitualmente y a su vez continuar atendiendo a sus clientes. Y esto no sería posible si se le niega el abastecimiento.
Asegúrate de no hacer contratos posteriores a la fecha del concurso
Ten en cuenta que el concurso de acreedores solamente modifica las condiciones de pago de los compromisos anteriores a la situación concursal. De hecho, son estos compromisos los que se ven afectados por modificaciones en plazos de pago y/o reducciones en los importes.
Se asume que las empresas que adquieran nuevos compromisos, estando un cliente en concurso de acreedores, lo hacen conociendo los riesgos que esto supone.
Llega a un acuerdo amistoso o presenta una demanda judicial
En caso de que desees rescindir algún contrato, podrás hacerlo si lo acuerdas con el cliente o si este incumple alguna de las condiciones pactadas que se consideren como causa de resolución.
Estas condiciones pueden estar referidas a no servir la mercancía en el plazo acordado o que se genere un impago. Sin embargo, si hay una cláusula en el contrato que justifica el incumplimiento de sus obligaciones por estar en concurso de acreedores, has de saber que el deseo de rescindir el contrato no tiene validez alguna.
En este caso, lo que deberás hacer es presentar una demanda judicial en el juzgado donde se esté llevando el concurso, solicitando la rescisión del contrato y aportando los documentos necesarios para demostrar el incumplimiento de la empresa en concurso.
Ten en cuenta que, presentar la demanda no es sinónimo de que el juez vaya a admitirla. Si considera que la resolución del contrato iría en contra del interés de la concursada, podrá no admitirla a trámite. Eso ocurrirá si, por ejemplo, dicha resolución le impide a la concursada continuar con normalidad su actividad económica como hemos comentado antes.
Consigue asesoría experta
Lo mejor que puedes hacer en estos casos es pedir asesoramiento con expertos legales que te apoyen a conseguir los mejores acuerdos con un cliente declarado en concurso de acreedores.
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